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La organización: clave para llevar a cabo una alimentación saludable

La organización: clave para llevar a cabo una alimentación saludable


La organización es fundamental a la hora de iniciar un cambio de hábitos. Es mucho más fácil hacer elecciones saludables si lo tenemos previsto. Van algunos tips para empezar a incorporarlos de a poco:

Organizá tu día y no lo dejes librado al azar. Si ya desayunaste y sabes a que a media mañana te da hambre llévate algo para comer. Una fruta sería ideal. La banana es práctica y sacia muchísimo!

Si almorzás en el trabajo, fijate si tenés algo que haya sobrado para llevarte y después complementalo con algo que compres, o directamente armate una viandita completa.

Si no te sobró nada y vas a comprar comida pensá qué opciones saludables tenés cerca del trabajo y si no hay nada asegurate que la porción no sea muy grande. Compartir con alguien también es una buena opción.

Si la merienda también te agarra fuera de casa podés armarte un stock en el trabajo para no tener que llevarlo todos los días. Pan integral, queso fresco, leche, yogurt si tenés heladera y frutas. Recordá que la merienda es clave para no llegar a casa con demasiado hambre y comerse todo antes de cenar.

Si tenés que pensar todos los días en el menú de la cena y te agobia el “qué comemos” tratá de sentarte un día y armar un menú semanal que puedas usar como base para ir cambiándolo.

Hacer una lista de compras con las cosas que no te pueden faltar también es fundamental. Pensá en todas las comidas y no pases por alto el desayuno y la merienda que son claves para no comer de más en el almuerzo y la cena.

Usar el freezer para guardar mucho más que hielo. Podés freezar verduras cocidas, al horno, al vapor o salteadas, tartas ya porcionadas, carne cocida cortada bien finita para comer en sándwich, pollo en cubitos cocido para hacer un wok, arroz o legumbres ya cocidos, hamburguesas caseras y las clásicas milanesas, de pollo, carne o soja.

Si tu freezer no es muy grande lo ideal es usar bolsas para que ocupen menos espacio. Además al ser transparentes podés saber bien qué hay adentro si es que no lo rotulaste.

Lo ideal excepto que tengas mucha memoria es escribir qué hay y cuándo se guardó, para evitar consumirlas si pasó mucho tiempo. En general la comida ya cocida dura unos 3 meses, las carnes crudas en bifes hasta 9 meses y molida 3 meses, los pescados y mariscos crudos entre 3 y 6 meses y los quesos duros hasta 6 meses.


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